Apostar en un casino o en línea puede ser divertido y emocionante, pero solo si tiene el control y es consciente de los riesgos. Si siente que el juego se está apoderando de su vida, es imperativo hablar con alguien al respecto. El juego puede ser adictivo y es difícil combatir el impulso por su cuenta.
Necesitas ayuda
Recomendamos buscar ayuda si se reconoce en uno o más de los siguientes síntomas:
- No puede dejar de apostar y le resulta difícil jugar más pequeño de lo que está acostumbrado.
- Experimenta dolores de cabeza, dolor de estómago, le duelen los intestinos o experimenta otros sufrimientos físicos después o durante una sesión de juego. La amnesia, los problemas para dormir y una sensación blanda en general también son síntomas de que el juego se convierte en una adicción.
- Incluso cuando no está jugando, está pensando en su próxima apuesta. Es difícil separar la vida diaria del juego. Durante las actividades diarias, siente la necesidad de apostar.
- Un ritmo diurno y nocturno interrumpido puede ser un indicio de una necesidad persistente de apostar.
- Para sentirse igual de "alto" durante una sesión de juego, necesita hacer apuestas cada vez más grandes.
- Experimenta problemas económicos y sociales debido a su deseo de apostar.
Varias organizaciones pueden ofrecer ayuda si le resulta difícil hablar con alguien cercano.
A quién contactar
Si está en el Reino Unido, visite begambleaware.org. Puede llamarlos o conversar en vivo con uno de sus consejeros. Tienen información sobre cómo reconocer una adicción persistente, artículos sobre cómo apoyar a un ser querido con una adicción y mucho más.
Para aquellos que visitan desde los Estados Unidos, consulte GamblingTherapy.org. Tienen foros donde puede discutir problemas con quienes se encuentran en una situación similar. GamblingTherapy.org también tiene un chat en vivo y ofrece consultas por correo electrónico. Si desea hablar con alguien en persona, visite JugadoresAnónimos.org y busque una reunión cerca de usted.
No se avergüence de admitirlo cuando ya no tenga el control. El juego puede destruir su vida y la de quienes le rodean, así que actúe antes de que sea demasiado tarde.